A todas ustesdes:
Hace tiempo que quería escribirles mis queridas aves de paso. No lo hacía por no herirla a ella, a la que siempre estuvo presente y constante, pero hoy, con este velo de misterio y anonimato, creo que será imposible herir susceptibilidad alguna. La cosa es que desde que escuché la canción que da título a esta entrada, no dejé de valorarlas y algo en mi me quemaba por reconocerles lo buenas y bonitas que fueron conmigo.
Por supuesto, no todas fueron iguales, el común denominador fue la temporalidad limitada de lo nuestro y la carnalidad que nos unía más que cualquier otra cosa. Pero a algunas las quise más, de verdad que lo hice, de verdad que pensaba en ustedes y a veces en la soledad anhelaba haber dicho otras palabras, haberme comportado mejor, haber hecho algo que no las alejara de manera abrupta de mi lado. Seré un romántico, pero todas fueron especiales y a todas las recuerdo con felicidad, incluso a aquellas cuyos cuerpos o besos eran muy flojos y/o insípidos, incluso a ustedes que no conocieron mi nombre ni yo el suyo, y que entre la embriaguez decidí que eran la mujer más hermosa sobre la faz de la tierra.
Con cada una de ustedes llegué a diferentes estadios de la pasión, pero la alegría de mi recuerdo no tiene que ver con si tuvimos sexo o sólo nos besamos tímidamente, tiene que ver con la felicidad que le dieron a mi cuerpo y a mi pensamiento en tiempos difíciles, de soledad, de anhelo de besos diferentes, de cuerpos diferentes, de palabras y gemidos diferentes. No diré nombres, pero fue maravilloso poseerlas y sentirme poseído aunque fuera por sólo unas horas, a veces unos minutos. Con algunas las historias parecieron quedar inconclusas, y sin embargo por ustedes o por mí, ya no concluirán, olvidaremos las promesas de escapadas a hoteles de bajo precio o a cabañas en el bosque. Ya no engañaremos a nadie con el cinismo (¿inocente?) con el que solíamos hacerlo.
Gracias por sacarse los prejuicios y las telarañas, gracias por ser libres y hacerme libre, gracias enseñarme tantas cosas, gracias por guardar el secreto, gracias por dejar nuestros caminos se cruzaran cuando menos una pero maravillosa vez.
Gracias por soportar tanto acoso irreparable.